“El jardín puede ser lo que tú quieras” es nuestra frase preferida cuando hablamos del cuidado de nuestras compañeras verdes. Desde un huerto, hasta una selva tropical o un desierto lleno de pinchudos. Para esto, debemos considerar siempre que las plantas son seres vivos distintos a nosotros y, por ende, tienen necesidades propias, que tendremos que contemplar al tenerlas bajo nuestro cuidado.
Para que nuestras plantas crezcan felices, debemos proporcionarles TRES cosas, que ajustaremos de acuerdo a la especie y a nuestros ambientes.
- LUZ: Todas las plantas, sin excepción, necesitan de luz solar para vivir. A través de la fotosíntesis, transforman la energía lumínica en energía química para realizar todas sus funciones. Sin embargo, no todas las plantas tienen los mismos requerimientos lumínicos ni tolerancia a los rayos del sol. Debido a esto podemos clasificarlas en 3 grupos generales: Pleno Sol, Semisombra o Sombra. Si la cantidad de luz es insuficiente, con el tiempo dejará de crecer, se volverá susceptible a plagas y enfermedades, y finalmente podría morir.
- SUELO: Entrega soporte y los nutrientes necesarios para el desarrollo de la planta. Sin embargo, debemos recordar que vivir en una maceta, es una condición mucho más estresante que vivir en el suelo. Aquí las raíces están limitadas y se producen cambios que dependen de nuestras intervenciones y cuidados. Es por esto que cobra importancia utilizar un sustrato adecuado para la planta, que entregue nutrientes, permita que el agua se distribuya en toda la maceta y entregue drenaje para dejar espacios de aire. Pero ¿Qué es el sustrato? Es todo material sólido distinto al suelo (natural o sintético), que al colocarse en una maceta actúa como matriz para el asentamiento de la planta a través de sus raíces. Podemos utilizar una mezcla de distintos componentes, que deben cumplir con ciertas propiedades químicas, físicas y biológicas. Existen aquellos que aportan nutrientes y/o retención de humedad y, por otro lado, los que aportan drenaje. No existe una mezcla estándar. Para preparar un buen sustrato debemos recordar ¡buscar y averiguar sobre cada planta! Y siempre utilizar al menos una parte rica en materia orgánica/retención de agua, y otra que permita la aireación del sustrato, evitando su compactación.
- AGUA: Así como todos los seres vivos, las plantas necesitan agua para realizar todos sus procesos metabólicos. Cuando usamos un buen sustrato, regar no es un problema; es importante recordar regarlas cuando el sustrato esté seco (revisa siempre la humedad con el método del palito) y no olvides eliminar el agua que queda estancada en el plato. ¡Es mucho más fácil matar una planta por exceso de agua que por falta de ésta! Así que no transformes tu amor en agua (jijiji). Y no olvides que, al escoger la maceta, siempre tenga AL MENOS un agujero de drenaje en la base.
Esperamos que, con estos tips puedas hacer crecer tu jardín en macetas hasta convertirlo en ese espacio verde que sueñas.